Ser de izquierdas supone al mismo tiempo un compromiso intelectual y una disposición de ánimo. Compromiso intelectual para observar y entender las transformaciones de la realidad. Disposición de ánimo para afrontar esa realidad y darle una respuesta política de carácter emancipatorio, democrático y social. Cualquier tentación de acomodo o de posibilismo táctico, se convierte de hecho en una renuncia a participar en la raíz vital de los debates generados por la sociedad.